domingo, 15 de junio de 2014

Los vientos que soplan, exhortación electoral familiares y amigos

Hoy he querido publicar esta entrada  con dos intenciones,  la primera  desahogar mi espíritu y la segunda  exhortar a mi familia y amigos.
 Debo  decir que definitivamente la vida me dio  los mejores padres del mundo, pues de ellos recibí la  fuerte convicción política que  hoy abrazo y  defiendo, el respeto a los derechos de los  demás, el respeto por las cosas que no me pertenecen y la tolerancia a todo aquello que no es semejante a mí, es por eso que siempre pude y supe reaccionar contra todo ataque de violencia y discriminación.
Hace tres años y medio decidí irme cansado de sentir  que  Colombia  se estaba volviendo un país inviable, donde los egoísmos, el consumismo, la conformidad son el pan de cada día en muchos sectores, esto y  otras múltiples  razones me  llevaron a tomar esta  fuerte decisión.
Hace tres años y medio sigo los pasos de mi país a  través de las redes, a  través de ustedes y con expectativa espero que  Colombia despierte y le dé la posibilidad a los cambios.
Aunque  esta mañana fue  algo crucial y chocante para mí encontrarme con otra realidad, la  realidad del nacionalismo exacerbado hecho analgésico futbolístico, espero que su efecto dure las 24  horas del domingo y que  alcance para mitigar la quemada política que sufrirán los seguidores políticos de Santos o Zuluaga .

Algunos podrán decir que soy un hombre mamerto o que  quizás simplemente  debería  dedicarme a vivir mi  vida lejos de todos y de todo como me lo han sugerido comentarios  en las  redes cada  vez que publico algo sobre  Colombia. Creen ellos  que no tengo ningún derecho porque no  vivo de cuerpo presente en el país o porque no vivo la  realidad de  la que ellos me hablan, pero si nací en este  territorio y  tengo un  documento y una  construcción cultural que me identifican como Colombiano tengo todo el derecho de hacerlo y mismo sino lo fuera  también podría hacerlo porque la  libre expresión es un derecho.
Lo expreso porque hace algunos años  cansado de ir a las urnas cada vez que habían elecciones tenía que  ver como  en la casa mis hermanos  hacían  proselitismo a las fuerzas políticas opuestas que yo seguía, sentía  indignación, rabia, impotencia, tristeza, frustración y porque no decirlo dolor. Siempre  tuve que ver como  festejaban con sus  victorias y me  reprochaban en la cara que una vez más había  perdido la posibilidad de tener, vivir  y  ver un país diferente  en el que  todos cupiesemos.
 Hoy estoy  volviendo a sentir esta sensación  después de haber leído el estatus en Facebook de  algunas personas  tan cercanas que conozco y que  quiero con toda mi alma, seguramente si en mis manos  estuviera y pudiera contribuir no  apoyaría la violación de sus derechos , haría todo lo inalcanzable para  que estuvieran gozando a  cabalidad de todos sus beneficios como ciudadanos.
Seguramente  esta  sensación la  tienen muchos  de ustedes porque en sus  familias y  círculos cercanos pasan cosas  similares, yo solo exhorto  a no quedarse callados a  manifestarles a ellos  con respeto que queremos un país diferente un lugar  donde todos  seamos iguales.

Hoy es un día  crucial no juguemos al show mediático,  hagamos democracia y  sepamos elegir, quiero dejarles  estas cuestiones.
¿Quieren  un país  diferente? ¿Quieren el fin del conflicto? ¿Quieren un país  viable donde  todos quepamos?  ¿Quieren un país  donde a todos se les  respeten sus derechos?
Recuerden quienes son ustedes, recuerden de dónde  vienen, recuerden quienes son nuestros  padres,  Pero sobre todo recuerden que en ustedes esta la opción de cambiar esta  realidad que hemos  tenido que vivir.

Hoy no quiero volver a experimentar eso que he tenido que experimentar durante 12 años que hemos  tenido gobiernos Uribistas.

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